Quinto día triunfal de la nevada: los madrileños de los barrios abandonados a su suerte

Hace ya cinco días que cayó la gran nevada en Madrid. Creo que todos hemos entendido que ha sido una circunstancia inusual, excepcional, pero desde luego lo que sí que ha sido es previsible. Y precisamente porque ha sido previsible, nunca debieron quedarse tantos cientos de vehículos bloqueados en las carreteras madrileñas y en las vías de la capital. ¿A nadie se le ocurrió establecer un toque de queda para los vehículos, imponiendo una hora límite para que circularan, sabiendo (como se sabía) que iba a ser la nevada del siglo? No hace falta ser un genio caramba, y nos habríamos ahorrado muchos esfuerzos, muchos recursos y mucho dinero.

Transitar por las aceras se ha convertido en una aventura peligrosa

Aluciné escuchando a las autoridades municipales y autonómicas presumiendo de que iban a movilizar tropecientos vehículos y personas, pero lo cierto es que por mi barrio, el barrio de Moratalaz, un barrio de gente sencilla claro, no apareció una máquina hasta dos días después, ni siquiera para abrir las vías principales, y con una estrategia incomprensible ya que mi calle, que es una arteria comercial muy transitada que atraviesa el barrio de punta a punta, se ha abierto de las últimas. 

La imposibilidad de transitar por las aceras empuja a la gente al centro de la calle

Pero, déjate las carreteras y cógete las aceras, las zonas por las que tiene que moverse la gente para ir a la compra o a la farmacia. Aquí ya me faltan palabras para describir el caos que, cinco días después de la nevada, sigue instalado en el barrio. Menos mal que los portero de los inmuebles, allí donde los hay, y algunos vecinos voluntarios donde no los tienen, se han echado a la calle para abrir sendas limpias en la nieve y hielo por las que poder moverse. 

El estado de las zonas por las que habitualmente circulan los ciudadanos es lamentable

Miles de toneladas de nieve helada cubren aún las aceras, cientos de ramas rotas de árboles siguen tiradas y los contenedores de basura están rebosantes de bolsas porque nadie pasa a recogerlas. A todo esto los autobuses ni están ni se los espera.

Gracias a la colaboración de porteros, conserjes y vecinos se han abierto pequeños senderos

No sé en qué condiciones están los barrios de los ricos de esta ciudad, las calles del barrio de Salamanca y Retiro, pero desde luego aquí, en Moratalaz, estamos materialmente abandonados a nuestra suerte.

Las ramas y árboles caídos siguen ahí, sin que nadie los retire

Tengo en la cabeza la imagen del alcalde Almeida bailoteando y me pregunto si es que los madrileños tenemos cara de idiotas.

Y entre tanto, miles de personas se congelan en la Cañada Real mientras la compañía eléctrica sigue sin darles suministro, aunque, eso sí, incrementa el costo de la factura de manera desaforada apelando a las leyes de un mercado que pone en 90€ el precio del kilovatio hora.

¿Se ha perdido la decencia y el sentido de la responsabilidad? ¿No queda ya un mínimo de empatía social?… O es simplemente que estos “gobernantes” locales y autonómicos no dan la talla… Pues si es así, que renuncien, que dimitan, que se marchen y dejen el sitio a otros que quieran trabajar y hacer las cosas bien.

Por cierto, el Sr. Casado, que parece que tiene una pala, que se pase por la calle Hacienda de Pavones de Moratalaz a quitar un poco de nieve, que nos hace mucha falta.

~ por kalicom en 13 enero 2021.

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